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Localidad: Llorengoz

Amiga o amigo que nos lees, hoy vamos a proponerte un paseo por la zona más oriental de nuestro valle. Si la conoces, sabrás que es un recodito de la provincia de Burgos que se sitúa como una cuña, entre Alava y Vizcaya. Tanto es así que nuestro recorrido de hoy va a llevarte a visitar también una pequeña parte de estas tierras vecinas.

COMO LOCALIZAR EL PUNTO DE PARTIDA.

El paseo empieza en Llorengoz. Hasta aquí puedes llegar por una carretera de concentración parcelaria que une los pueblos situados en la vertiente izquierda de esta parte del valle (Lastras, Teza, Villacián, Barriga y Villaño) o por un ramal de la carretera comarcal que se coge a la altura de Villalba.

La segunda ruta te permitirá llegar hasta Llorengoz, tu primer objetivo, a través de los llamados Valles de Zaballa, disfrutando de un paisaje que te sorprenderá a la vuelta de cada curva de tu camino. Cuando el valle se abra de una explanada podrás ver recortándose en el horizonte la imagen de la virgen de la Antigua que, aunque patrona de la ciudad vizcaína de Orduña, está situada en terreno del municipio de Villalba.

Sea cual sea la fórmula que elijas para llegar hasta Llorengoz, localiza allí una fuente a la orilla de la carretera. Si llegas por Villaño, no necesitas ni siquiera entrar al pueblo, porque está algunos metros antes, a tu izquierda. En cuanto la tengas a la vista, empezamos el camino.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO.

Al lado mismo de la fuente empieza un sendero de piso irregular. Síguelo y, si en algún momento dudas, mantente en tu ruta hacia la derecha, bordeando la ladera, o llegarás a la ermita de Valcorta, y ese no es nuestro objetivo de hoy.

Irás cogiendo altura y, antes de que te des cuenta, tendrás a tu derecha una magnífica panorámica. A tus pies, Llorengoz, punto de confluencia de varias pistas: empezando por la derecha, la que te llevará a Villaño; luego, la carretera que viene de Villalba, a la que se unen dos ramales, el primero que conduce a Fuente Mayor (antiguo lavadero del pueblo) y el segundo que te llevará hasta Zaballa; por la izquierda, llegando hasta el centro del pueblo, una pista más que se dirige a la Fontana, el manantial que abastece a los vecinos de Llorengoz. A tu izquierda Sierra Salvada, enfrente y a lo lejos, la N-625 que continuará por tierras de Alava y a tu derecha, Losa.

Sigue tu ascensión por una pista a ratos de roca viva. Cuando alcances el Alto del Hayal, tu camino torcerá a la derecha y dejarás a tu izquierda una pista trazada sobre la hierba que conduce a un hayal digno de ser visitado en otoño. Sigiuiendo el curso del valle que se encuentra, disfrutarás de un paisaje sin par, y si conoces los vericuetos podrás llegar a Barriga, a Villaño o, una vez más a la ermita de Valcorta.

Seguimos pues, por la derecha, sin ninguna posibilidad de perdida. Sin tardar demasiado, avistamos Pozo Encimero. Si visitas la zona en verano, con toda seguridad encontrarás unas cuantas cabezas de ganado combatiendo sabiamente el calor entre las aguas aunque sea mermadas del pozo. Si vas en tiempo de nieves, localiza la piedra más pesada y arrójala sobre sus aguas heladas. Si consigues romperlas, ponte en contacto con “La Solana” porque tenemos un premio para entregarte. Con la emoción de la hazaña, no olvides disfrutar de de la contemplación de los increibles churretes de hielo (CARAMBANOS, según el diccionario) que sin duda colgarán de las rocas que ermitan el camino de la izquierda.

Allí mismo, al terminar esa pared rocosa, confuyen dos alambradas. A tu derecha, antes de pasar la barrera, está la que marca el fin del rico monte de Villalba. En cuanto pases al otro lado de la alambrada, abandonas no sólo el monte de Llorengoz, sino también la provincia de Burgos. Estás en el pico alavés de Mojón Alto. S el buzón de montañeros no nos engaña, te encuentras a 1.066 metros de altitud. Tómate, si quieres, un respiro, y relájate porque inicias el descenso.

El resto del camino hacia Ponata puedes hacerlo siguiendo nuestra ya conocida pista, que gira levemente hacia la izquierda. Coge luego la primera desviación a la derecha y ya, sin parar hasta el borde de la sierra.

Si, como esperábamos, haces el recorrido andando, ataja por el prado cogiendo dirección ligeramente a la derecha. Enseguida verás a lo lejos la pista ya citada en línea recta perpendicularmente a tu dirección. Esa pista y el bosquecillo de hayas donde describe una curva con tu referencia. Dirígete a la curva. Ante ti tienes dos picos de la Sierra Salvada. El segundo de ellos, el Tologorri, por increíble que en ese momento te parezca, tiene como Mojón Alto, 1.066 metros de altitud. En algún momento de tu descenso hacia Ponata pasas de Alava a Vizcaya, por eso no va a cambiar para nada las características de tu paso.

Cuando hayas alcanzado la pista, estate atento a tu izquierda. Algunas rocas y varias piedras de buen tamaño forman una especie de corralillo en torno a dos hayas al que se accede por un paso estrecho. Es lo que los vecinos de Llorengoz conocen desde siempre como el Corro de las Hayas, aunque ni siquiera ellos sepan quien lo construyó ni con que fín concreto.

Pocos metros más allá se divisan entre los árboles las casas de madera de los pastores de Ponata. Ahí mismo, a tu disposición, una fuente y también un pequeño refugio de montaña al que podrás acceder previa tramitación en el Ayuntamiento de Orduña. Por experiencia propia te decimos que salir a desayunar entre las hayas de Ponata es una delicia, incluso si es mayo y ha nevado. 

No dejes de asomarte al Valle de Ayala. Allí mismo, a tu derecha, el camino que desciende hacía Venta Fría y Lendoño de Arriba, en las inmediaciones de Orduña. En el horizonte, montes y más montes, y entre ellos, con nieve en la cima durante varios meses al año, el Gorbea (1.475 metros), también entre Alava y Vizcaya, aunque a unos cuantos Kilómetros de Losa.

Si aún puedes contener las ganas de atacar el bocadillo, anímate a subir a la cima del Tologorri. De verdad que no es tan fiero el lugar como lo pintan. Si no, no lo pienses más: allí sobre aquellas rocas, mientras se refresca la fruta en el manantial, cualquier cosa te sabrá a gloria.

Para el regreso no dudes en seguir la pista, porque tardarás prácticamente lo mismo que si tratas de atajar, pero llegarás mucho mejor.

Aprovecha en Mojón Alto para disfrutar de una amplia panóramica sobre el valle que te llevará hasta San Llorente y sigues luego el camino de subida, hasta Llorengoz. Cuando llegues no dejes de visitar la curiosa portada románica de su iglesia.

Este paseito, con bocadillo en Ponata incluido anda por las tres horas de duración sin forzarse demasiado. Si lo piensas hacer en un día soleado, ten en cuenta que no hay apenas sombras.

NOTA DE LA REDACCIÓN: Nuestro agradecimiento a Paco, Severiano, vecinos de Llorengoz, que nos asesoraron para la elaboración de esta ruta.